Home Office: Ventajas y desventajas de trabajar desde casa
Peligros y oportunidades de esta nueva modalidad de trabajo a la que nos estamos acostumbrando
La forma de trabajo denominada Home Office surgió en Estados Unidos en la década de 1970 como una solución a la Crisis del Petróleo que vivía el país del norte por aquellos años. Debido a la escasez de combustible, resultaba complejo y costoso el traslado diario de enorme cantidad de trabajadores a su posición de tareas. Así surgió la iniciativa que, en la medida que su actividad lo permitiese, autorizaría que los trabajadores realicen su labor en los hogares. Muchas empresas tomaron esta opción y, así, descubrieron muchas ventajas. Desde mejorar la calidad de vida de los empleados, ya que gozaban de más tiempo personal, hasta un ahorro de recursos económicos en las instalaciones. Casi 50 años después, muchas compañías continúan con el teletrabajo por muchas razones: lo implementan como filosofía sustentable o como modo de recompensa para sus colaboradores, entre otras causas.
En argentina.gob.ar se define al teletrabajo como: “Una forma a distancia en la cual el trabajador desempeña su actividad sin la necesidad de presentarse físicamente en la empresa o lugar específico”. Además, el sitio afirma que esta modalidad conlleva muchos beneficios, tanto para el empleador como para los empleados y subraya la cuestión del cuidado del medio ambiente. Por otra parte, la plataforma gubernamental explica que, para desarrollar tareas a distancia, se usan herramientas tecnológicas desde el domicilio o en cualquier otra locación. Sin dudas, una descripción bastante completa para introducir el tema más actual que convoca a los equipos de recursos humanos. Hoy, en el comienzo de la década del 20, millones de personas producen bajo esta modalidad pero, la gran mayoría se ajustó al cambio de un día para el otro. La particularidad de esta coyuntura fue la urgencia y la falta de preparación. En este contexto, surgen muchas reflexiones sobre las ventajas y desventajas del home office en pleno siglo XXI.
El trabajo a distancia como zona de oportunidades
En un primer análisis, parecería que las principales beneficiadas en la modalidad teletrabajo son las empresas. En este sentido, la revista de negocios Forbes publicó en el año 2016 los resultados de un informe que indicaba que el home office elevaba 28% la productividad en compañías. Los números surgen de un estudio que realizó la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en la ciudad de México. En aquel país, este sistema se implementó en urbes populosas como Santa Fe o Polanco con el objetivo principal de disminuir la polución. Para ello se determinó como política pública reducir la circulación cotidiana para bajar los grandes niveles de contaminación. Sin embargo, los efectos colaterales positivos para las organizaciones fueron percibidos y cuantificados. Ya en junio de 2020, el mismo medio narra que, para 2021, corporaciones gigantes e influyentes como Google y Facebook planean extender el home office de sus equipos en la era post pandemia. Además, se pronostica una suerte de “revolución del trabajo” en la cual países de Centroamérica se verían favorecidos. Trabajadores de Guatemala, El Salvador o Nicaragua serían los elegidos a sumarse a grandes firmas desde la distancia de sus hogares.
En otros lugares del mundo también se estudiaron las bondades del teletrabajo. Innovación en Formación Profesional (IFP) es un centro oficial de formación de primer nivel con presencia en Madrid y Barcelona. Desde su plataforma virtual el IFP publica una lista de ventajas que ofrece el home office y que nutre el vínculo entre colaboradores y sus jefes. Cuestiones muy valiosas como el aumento de la responsabilidad individual, valoración del trabajo y el ahorro de tiempo en traslados son apuntadas desde el blog de la institución. También se subraya que la actividad a distancia aumenta la calidad de vida y refuerza esta afirmación con dos datos de investigaciones. Por un lado, una investigación de la Universidad de Brown, que tomó 13 casos de empleados de la Bolsa de Valores NASDAQ, verificó que el home office mejoró un 12% su desempeño. Además, se corroboró que las nuevas generaciones se adaptan cada vez mejor a la flexibilidad de horarios y producción a distancia. Por último, IFP destaca algunos aspectos que parecen obvios pero a largo plazo suman valor: reducción de costos de oficina, ventajas del uso de la tecnología, refuerzo del vínculo y lealtad con equipos y considerable descenso de ausentismo. Sobre estos mismos puntos la Universidad de Palermo publica un artículo en el año 2018 que coincide con la institución española en varios conceptos. Según la publicación de la casa de estudios, en Argentina se sostiene que los argumentos que se oponen al teletrabajo han fracasado. El informe hace un extenso recorrido histórico para validar que hay sobradas razones que reafirman al teletrabajo como un modelo de éxito con impactos positivos para toda la sociedad.
El peligro de colapsar en casa
Según el Foro Económico Mundial (WEF), un tercio de la población mundial se encuentra confinada. Esto representa 2.6 billones de seres humanos en situación de aislamiento que debieron modificar sus antiguas rutinas. La vida familiar, social, educativa, recreativa y también laboral sufrió drásticos cambios de manera repentina. Cabe destacar que una instancia como esta no tiene precedentes en la historia universal. En este aspecto el WEF prevé para los próximos años consecuencias de salud graves como efectos derivados de la pandemia. En este punto se introduce un nuevo término que ya resonaba en los ámbitos de la salud mental. La palabra “Burnout” en inglés significa agotamiento y refiere a colapsos por estrés en situación de sobre exigencia del trabajo. Este término ya se utilizó en los últimos años para relatar problemáticas de algunos rubros específicos, los cuales no se encuentran regulados o que atravesaban crisis internas. Hoy, los expertos amplían el alcance de burnouts a grandes cantidades de trabajadores en peligro de colapso durante la cuarentena.
En referencia a los riesgos que implica trabajar y llevar la vida familiar desde casa, hay un sector en especial vulnerable. Este año la Auditoría General de la Nación (AGN) advirtió sobre los efectos de la pandemia como un disparador de la feminización de la pobreza. Para sostener este pronóstico AGN se basó en una encuesta de la consultora Grow realizada durante el aislamiento preventivo social y obligatorio. Se trata de una investigación que se llevó a cabo en hogares que incluyen niños y niñas menores de 12 años. Este relevamiento arroja como resultado que las mujeres dedican en promedio 13 horas por día a las tareas de cuidados y actividades domésticas. En cambio, los varones solo suman 9.7 y declaran 1.5 más en dedicación al trabajo remunerado. Sobre esto, WEF también se expide y advierte que el 28% de los cuidadores y cuidadoras durante la cuarentena registraron “desórdenes traumáticos relacionados a su salud mental”.
El teletrabajo en Argentina y América Latina
En el año 2019 se realizó una investigación para conocer cuáles eran los países de América Latina con mayor implementación del home office de forma total o parcial. Sobre esto, el sitio especializado en economía y política estatista publicó los resultados. El país que mayor porcentaje de home office computaba, hasta ese momento, era Colombia con un 45% de trabajadores bajo esa modalidad. Las dos naciones que siguieron en el ranking fueron Argentina con el 44% y México con el 39%. Con estos datos no resulta extraño que, para el inicio de la pandemia, el parlamento argentino haya activado de forma inmediata un proyecto de legislación para regular las tareas a distancia. En el territorio argentino la ley de contrato de trabajo Nº 20.744 data del año 1976 y en cada reforma se le han adosado anexos. En esta oportunidad se trata del artículo 102 bis que expresa: “Habrá contrato de teletrabajo cuando la realización de actos, ejecución de obras o prestación de servicios sea efectuada total o parcialmente en el domicilio de la persona que trabaja, o en lugares distintos al establecimiento o los establecimientos del empleador mediante la utilización de tecnologías de la información y de las comunicaciones”. Es importante remarcar que la ley establece que los derechos adquiridos de las personas que, hasta hace un tiempo trabajaban de modo presencial, continúan en vigencia. Pero, además, se introducen nuevos beneficios que, al momento, no eran susceptibles de ser especificados. Tal es el caso del llamado “Derecho a la desconexión digital” según el cual teletrabajadores no pueden ser apercibidos por estar fuera de contacto una vez finalizado su horario contractual.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y Crecimiento (CIPPEC) también trabajó sobre los alcances del home office. El informe se llama “Evaluando las oportunidades y los límites del teletrabajo en Argentina en tiempos del COVID-19”. Este análisis se basó en 11.7 millones de trabajadores incluidos en la Encuesta Permanente de Hogares. El resultado confirma que entre 3.1 y 3.3 millones de empleados y empleadas están en condiciones de realizar las tareas desde el domicilio. Sin embargo, aún hay una brecha de 8.3 a 8.5 millones de argentinos y argentinas que no tienen las condiciones necesarias para trabajar desde casa. Esta realidad plantea un desafío enorme para el sector empresarial y gubernamental. No son sólo números: son personas reales excluidas del mundo digital. Este panorama impone una misión de integración virtual masiva como condición urgente para la economía argentina.
FUENTES:
https://www.palermo.edu/economicas/cbrs/pdf/pbr18/PBR_18_17.pdf
https://www.argentina.gob.ar/trabajo/teletrabajo/que-es
https://forbescentroamerica.com/2020/06/15/home-office-la-evolucion-empresarial/
https://www.forbes.com.mx/home-office-aumenta-28-la-productividad-de-las-empresas/